El seguimiento y evaluación de la RIS3 es también clave en este proceso cíclico y un elemento esencial de cara a la redefinición de objetivos y prioridades.
Recientemente se ha realizado la actualización de la RIS3 para el periodo 2018-2020. Los cambios en el contexto regional, nacional e internacional, los nuevos retos y tendencias, y las conclusiones y recomendaciones extraídas en la evaluación intermedia, han propiciado un replanteamiento de la Estrategia, enfocado a resaltar una serie de apuestas que sean capaces de impactar en varias prioridades temáticas y objetivos estratégicos.
Estas apuestas pretenden por un lado, enviar señales claras a los agentes sobre el papel que la innovación puede tener en el futuro de Castilla y León y, por el otro, deben permitir aprovechar las oportunidades que tiene la Región.
Para ello, concentran recursos, alinean instrumentos ya previstos y facilitan la coordinación entre consejerías, de cara a lograr un mayor impacto en el territorio. La principal novedad consiste en la definición de siete iniciativas emblemáticas: Bioeconomía, Conocimiento y Competitividad, Innovación Sociosanitaria, Ciberseguridad, Industria 4.0, Escalera de Excelencia y Escuelas Conectadas, diseñadas para impactar en varias prioridades temáticas y objetivos estratégicos.
Otro de los aspectos más importantes a reforzar en el próximo periodo, es la atracción y retención de talento. Por ello se ha redefinido uno de los programas de la Estrategia centrado en fomentar y desarrollar el talento humano. A su vez, se ha detectado la necesidad de adaptar y ajustar los objetivos a los nuevos retos y a las necesidades del periodo 2018-2020, y de simplificar los programas y actuaciones para facilitar el despliegue de la Estrategia.
Por último, la actualización de la RIS3 plantea también un ligero aumento en cuanto a la previsión de recursos a movilizar con la Estrategia, a la vista de la evolución real de los años anteriores.